La microdermoabrasión es una técnica estética en la que la piel es tratada con microcristales que se aplican mediante leve succión. Por su propiedades exfoliativas, es una terapia que puede ser beneficiosa en múltiples circunstancias tales como tratamiento de la cara grasa, puntos negros/espinillos, acné no inflamatorio, cicatrices o fotoenvejecimiento.

Los 4 principales tipos de cristales utilizados para este procedimiento son de óxido de aluminio, bicarbonato de sodio, cloruro de sodio y óxido de magnesio. El fundamento de la técnica consiste en la eliminación del estrato córneo de la piel, es decir, de la capa más externa que se caracteriza por un recambio celular acelerado. Las células superficiales se eliminan por un proceso de succión cuya intensidad determinará el grado de exfoliación que se producirá en la piel; cuanto mayor sea la succión, el proceso exfoliativo será de mayor profundidad.

La sensación durante el tratamiento es de un ligero masaje que dura alrededor de 10 minutos. Es un procedimiento indoloro, que no requiere de ningún tipo de anestesia. Al terminar la sesión sólo se aprecia un ligero enrojecimiento de la región tratada y, pasadas pocas horas, la piel tiene un aspecto más suave y uniforme. Las sesiones pueden repetirse en intervalos de 1 – ­3 semanas.